"¡Qué gentuza! ¡No se puede esperar más de esta gentuza!"
Llevo un par de días completamente azorada, llena de vergüenza ajena, de asco. Día a día este gobierno fascineroso, menesteroso de decencia y de honra, ha vuelto a humillar y a insultar a las víctimas del terrorismo, de ETA y de los "moritos" del 11-M.
Para empezar, el presidente de gobierno -si es que se le puede llamar así al Demolition Spain que ocupa la Moncloa- no asistió al III Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, celebrado en Valencia el lunes y martes pasado. "Problemas de agenda" dijeron sus colaboradores. Exigencias de libreto de sus socios esquerros y sus amos etarras, entendimos los ciudadanos que queremos entender. Ausencia descarada que ahora quiere "arreglar" invitando a las víctimas a tomar el te en la Moncloa. Como si todo diera igual. Claro, en el reino de "como sea", todo se hace "como sea".
Pero lo más indignante no es la ausencia del felón okupa. Lo más repugnante es que envíe a sus esbirros más macarras a ¿tratar de reventar? un acto que merece el más profundo de los respetos, y el más absoluto apoyo de gobiernos y sociedades.
Uno de los macarras impresentables que portan carné del PSOE es el individuo de la foto, el candidato socialista a la alcaldía de Valencia. El nombre del individuo es Rafael Rubio. Un especimen que debería esconderse, o que debería ser escondido por las propias huestes psoetas, si tuvieran un mínimo sentido del decoro.
Pero no fue solo al evento. Lo acompañaban los concejales socialistas Vicente Inglada y Matías Alonso.
Así, en pandilla se dedicaron a soltar improperios contra los periodistas Isabel San Sebastián y Carlos Herrera, el escritor Alfonso Ussía y el científico Santiago Grisolía.
Según nos cuenta El Semanal Digital, "ante la intervención de Isabel San Sebastián prorrumpieron en exclamaciones del tipo: "Esto no se puede consentir"; "Es una manipulación"; "Se creen que son las únicas víctimas". Y respecto a Alfonso Ussía fueron un poco más lejos: "Siempre has estado al lado de los fascistas". En similar tono se refirieron al periodista Carlos Herrera, según testigos presentes en la sala".
Pero ahí no quedó todo. La falta de educación prosiguió cuando le tocó el turno de hablar don Santiago Grisolía, célebre bioquímico y catedrático de varias universidades norteamericanas, de 83 años, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1990, quien al iniciar su intervención se dirigió a las autoridades presentes, citando a Francisco Camps, Rita Barberá y Esperanza Aguirre. No nombró a José Antonio Alonso, el ministro del Interior que -para demostrar claramente a qué gobierno pertenece- llegó tarde y acababa de ingresar y sentarse en el auditorio en esos momentos. Dicho olvido le costó a Grisolía que la pandilla de macarras comenzara a decir en voz alta "¡Qué gentuza! ¡No se puede esperar más de esta gentuza!" , lo cual provocó la indignación de las víctimas del terrorismo sentadas tras ellos.
Pese a que existen numerosos testimonios que dan fe de la veracidad de los hechos, Rafael Rubio, desmintió esta mañana en el programa "Herrera en la onda" esta información.
Así nos trata este gobierno psoeta: insulta a las víctimas, presiona a fiscales para no perseguir a los asesinos, protege a los criminales e insulta a las víctimas. Y cuando no tiene suficiente, envía a unos ramplones a causar más dolor y humillación a los que han padecido la barbarie de ETA y otros grupos criminales, a los que desde la Moncloa se prohija.
Dan asco.
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