UN INTRÉPIDO APRENDIZ DE ZAPATERO

Otra genialidad de Monsieur de Sans-Foy y sus Zapaterías Rimadas.

UN INTRÉPIDO APRENDIZ DE ZAPATERO



Un intrépido aprendiz de zapatero
heredó, en el solar de sus mayores,
un pisito que vivió tiempos mejores...
pero hacía muy felíz al heredero:

Era casa de vecinos, populosa.
Desde antiguo convivían las familias...
Ya se sabe: Con sus fobias y sus filias,
su tortilla y su vinito con gaseosa.

En el Séptimo habitaba un intrigante
catalán, que pretendía ser el dueño
de su piso con ventanas a Levante:
Inscribir la propietat era su sueño.

En el Ático, una panda de matones
-con txapela, capuchón y metralleta-
que gritaban por el patio "Gora Eta,"
y ponían goma-2 en los buzones.

Lo demás era discreto y anodino...
gentecilla del montón, trabajadora,
que se acuesta, se levanta, ríe y llora,
y disfruta criticando a su vecino.

El Intrépido Aprendiz se postulaba
para ser de su escalera Presidente:
No acababa de gustar... y es que la gente
no sabía si subía o si bajaba...

El del Séptimo le hacía la pelota...
- suelen ser los catalanes muy astutos-
Pretendía hacer un cambio de Estatutos
y lograr que le libraran de su cuota.

Los del Ático, encerrados en su cueva,
se negaban a pagar por sus destrozos.
Mas, les dijo el catalán: “Oídme, mossos...
¿No voleu hacer borrón y cuenta nueva?”

Se prestaron al acuerdo los matones,
que el astuto catalán les convenciera...
¡Existía nueva alianza en la escalera!
...Una alianza que tenía condiciones:

“Zapatero, tu serás el Presidente:
Nuestros votos te darán la mayoría.”
Y él responde: “Si me salgo con la mía...
que le zurzan al de al lado y al de enfrente”

Del inmueble, la escalera puso en venta,
por sacar sus compromisos adelante:
“A la gente, con un poco de Talante...
la toreas y se queda tan contenta”

Poco a poco y jugada tras jugada...
con apaños a la sombra, sin testigos...
lo que había, repartió entre sus amigos:
De lo que hubo antes que él, no queda nada.