Oiga, Ruiz, quiero en comisaría, mañana mismo, a un par de derechistas.
Cuenta Javier Neira en La Nueva España, que esa era exactamente la reacción típica de un comisario franquista, cambiando derechistas por rojos, claro está.
De todo este asunto, lo que más me repugna es que el causante de todo ello, el minijtro populista que fue a darse un baño de masas y salió escocido -que no agredido- este desaparecido. Ni está ni se les espera. Es muy típico de los rojos azuzar al pueblo y dejarlo después con el culo al aire.
Dicen que está disfrutando de unos amoríos extraconyugales, pero el rumor ha sido cuidadosamente eliminado del semanaldigital... Esto es lo que aun queda en Vistazo a la Prensa:
El matrimonio de Bono, espita que desencadenó su voluptuosa retirada
¿Problemas por el CNI? ¿Que España se rompe? Al final, un hombre, una mujer y la sensual soledad de una alcoba constituyen el principio y final de casi todo.
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