Quiero pero no quiero

La incongruencia de los eco-sandías y de todo el progrerío queda reflejada en este "querer y no querer" que expresa en su carta una lectora de La Razón.




Así son: quieren la democracia, pero no quieren ni ver al que piensa distinto. Quieren la comodidad que da el progreso, pero no sus consecuencias. Quieren comer cosas sabrosas, pero no engordar. Quieren que no haya delincuencia, pero no quieren leyes duras para los delincuentes. Quieren libertad para hacer lo que les salga de las narices, pero no quieren responsabilidad por las consecuencias de sus actos...

Y así es como se destruye la libertad.