Y terminamos el año bramando contra los "teocons"

Si, porque a los paladines del pensamiento único (el de ellos) les escuece que la Iglesia Católica sea capaz de movilizar a 2 millones de personas en defensa de la institución que constituye el pilar fundamental de la sociedad: la familia.

El majadero verborrágico de Pepiño Blanco, no pudo refrenar su incontinencia verbal y sacó a relucir una vez más su infinita maldad teñida de rotunda ignorancia, cuando dijo que la concentración del domingo pasado fue un "un acto del Partido Popular presidido por unos cardenales", intentando desligitimar el derecho de millones de españoles a expresarse libremente en favor de la institución más antigua de la humanidad: la familia. A Pepiño le molesta que el discurso de la Iglesia coincida en algunos aspectos con el del PP (otra muestra más de su ignorancia, ya que es el discurso del PP el que parcialmente coincide con la doctrina social de la Iglesia).

Pero más "inmenso" en su estúpida vileza estuvo El País al decir que "Los 'teocons' se hacen con el mando en la Iglesia", como si se tratara la Iglesia de un partido político en el que las palomas han perdido el control a manos de los halcones.

Y la izquierda expresa su cabreo a través del micrófono o de la pluma, porque ven que el laicismo -neoeufemismo progre para designar al ateísmo- que llevan tratando de imponer durante tantas décadas, parece diluirse como un azucarillo en el agua a pesar de todos sus esfuerzos.

Pero hay una cosa que me llama la atención: decenas de artículos que destilan odio y desprecio por los millones de españoles que asistimos el domingo a la Plaza de Colón en defensa de la familia, y ninguna crítica para las más de 80 manifestaciones proetarras que se produjeron a fin de año...