Valores occidentales e identidad europea - 2a. parte

Continúo hoy con una breve reseña de la conferencia "Valores Occidentales e identidad europea", organizada por la FAES y que tuvo lugar ayer.

A José María Aznar le siguió Robert Kagan, asociado senior al Carnegie Endowment for International Peace, y columnista del Washington Post.

La primera pregunta que lanzó al auditorio fue "¿cómo valoramos los principios o valores de los que se nutre el mundo occidental?"
Esos valores son las libertades individuales, la libertad de expresión, la libertad de conciencia.

Desde el surgimiento del liberalismo en el siglo XVIII, y el reconocimiento de los derechos individuales, se ha configurando un conflicto entre esos derechos de los individuos y los gobiernos que no los respetan. Y este conflicto ha dominado la política internacional del Siglo XX, con sus guerras "calientes y frías".

El derecho internacional surge como un intento de sistema legal que proteja a los derechos de los individuos frente a los estados que los oprimen. Durante mucho años el principio rector del derecho internacional fue la no intervención en asuntos internos. Basándose en este principio, la intervención en Kosovo fue ilegal, ya que se trataba de un asunto interno, y no había una autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, un principio legal "superior" animó a los países que intervinieron: proteger los derechos individuales de las personas, que estaban siendo violados.

Existe una diferencia entre Estados Unidos y Europa en la forma en que ambos equilibran los derechos individuales y el sistema internacional. Para EEUU, son mucho más importantes los derechos individuales. Para Europa, parece ser más importante la "legalidad" internacional.

Sin embargo, si observamos un poco más en profundidad, los valores que animan tanto a EEUU como a Europa son los mismos. Y los fundamentalismos teológicos no respetan esos valores occidentales y universales.

Sin embargo, no sólo estos regímenes teológicos fundamentalistas son una amenaza para occidente. Muchos creen que después de la caída del comunismo, Rusia y China se han estado movilizando hacia un sistema de libertad. Pero la realidad es muy distinta.

Los valores de Rusia no son occidentales, y hoy es una autocracia que vive de la riqueza que le proporciona su riqueza gasífera y petrolera. China estaría aparentemente un poco más integrada a occidente en lo económico, pero el régimen político sigue siendo autocrático y opresivo. Políticamente no se está moviendo. Tanto China como Rusia son 2 países autocráticos, y con un gran poderío económico.

Además, China como Rusia han estado uniendo sus esfuerzos para bloquear resoluciones en la ONU con relación a Irán, Sudán, Angola, Uzbekistán, Zimbawe, Bielorusia, y de esta manera -ya sea por el interés chino en el petróleo o por el interés ruso en seguir vendiendo armas o reactores nucleares- han estado ofreciendo protección a regímenes dictatoriales que ponen en peligro los derechos individuales. Sin embargo, esta defensa de ciertos gobiernos contra las presiones de Occidente no sólo están basados en un interés económico determinado: también refleja sus intereses en proteger y extender los regímenes autocráticos.

Mientras Occidente trata de asegurar la democracia, ellos intentan asegurar la autocracia. No sólo Al Qaeda es una amenaza para el mundo occidental.

Frente al interrogante de si los Estados Unidos y Europa pueden unirse para proteger los valores occidentales que comparten, surge el inconveniente de que existe una tensión entre ambos que -hoy por hoy- es paralizante.

Destacó que en Estados Unidos existe una dirección estratégica en este tema que no se altera con la alternancia en la Casa Blanca entre demócratas y republicanos. Clinton, Bush, Kennedy, Nixon, todos siguen o han seguido esa dirección común en defender los valores occidentales. Sin embargo, en Europa esto no es así, y al cambiar los gobiernos, suele cambiar también la línea de política exterior.

Concluyó su exposición haciendo un llamamiento a que Estados Unidos y Europa unan sus esfuerzos para superar estas tensiones y asegurar las libertades individuales frente a las autocracias que las amenazan.

Mañana terminaremos con los conceptos vertidos en la mesa redonda que siguió a la exposición de Robert Kagan.