Majestad: ¿está preparando las maletas?

Aparentemente, Juan Carlos I de España pronto deberá seguir el destino de exilio de su abuelo, Alfonso XIII.

Según nos cuenta la página web larepublica.es parece que el parlamento español se plantea proclamar la Tercera República...

En febrero pasado, se recibió en el Congreso de los Diputados, una petición firmada por el ciudadano Jaume d'Urgell, en la que argumentaba que el mantenimiento de la monarquía está fuera de lugar en la actualidad, es contrario al principio de igualdad ante la Ley, y contradice al primer artículo de la Constitución Española de 1978, además de ser contraria al espíritu y la letra del artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El diputado socialista por Barcelona, Jordi Marsal, tomó conocimiento de la petición en su calidad de presidente de la Comisión de Peticiones al Congreso de los Diputados el 22 de marzo pasado y tras examinarla, fue tratada en la sesión del 26 de abril, acordándose trasladarla a los portavoces parlamentarios de la Comisión Constitucional –que preside Alfonso Guerra–, con la finalidad de estudiar la apertura de un proceso de reforma de la Constitución que permita que todos los cargos públicos sean electos.

El tema ahora está en manos de José Antonio Durán y Lérida, Aitor Esteban, Ramón Jáuregui, Begoña Lasagabaster, Gaspar Llamazares, Paulino Rivero, Juan Tardá y Federico Trillo, quienes deberán resolver el contenido de la propuesta y seguir adelante con el proceso de reforma constitucional.

Alfonso XIII se entregó a una dictadura fascista, para luego escapar en medio de la noche mientras su pueblo quedaba a merced de los totalitarios que la llevarían 5 años más tarde a la Guerra Civil; así también Juan Carlos se ha entregado mansamente a este irreverente dictadorzuelo de pacotilla nacido en Valladolid, que pisotea la legalidad, tergiversa la historia y reabre viejas heridas, pacta con los asesinos la aniquilación de España, aplaude al terrorismo internacional, y manipula a la justicia según su conveniencia personal, mientras España va barranco abajo.

Pero nada de esto importa realmente. Las excelentes relaciones de este rey "bastante republicano" con el "progenitor B" de este desastre nacional, son más que suficientes para allanarle el camino al dorado exilio. Sólo resta saber si será en Ginebra o Estoril. ¿O será en Estoril mientras brinda con ginebra por la III República?