La guerra de las estatuas
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Leo en El País y en el Plural (madre de Dios... por qué lupanares vago últimamente), que unos vándalos han tratado de derribar un busto de Pablo Iglesias, el fundador del PSOE, en la ciudad de Zaragoza. Además, otra tribu de vándalos parece que estuvo produciendo daños al monumento a los fusilados por los franquistas en la Guerra Civil en los Pozos de Caudé en Teruel.
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Para tranquilidad de la población civil, El País nos informa que el busto de Pablo Iglesias ya ha sido colocado de vuelta en su lugar.
A estas cosas nos lleva la política de rencor histórico que lleva adelante el zapatético desgobierno de zETAp. En vez de ir a un psicólogo para que le arregle el coco -misión difícil si la hay-, prefiere rompernos a todos los demás la cabeza y remover odios enterrados que en la España del siglo XXI no tienen cabida. No hay caso, no se quiere enterar que su abuelo NO VA A RESUCITAR.
2 Comments:
que no va a resucitar, ja, este es capaz de sacar su cadáver y pasearlo triunfante montado a caballo por toda España, como si fuera una nueva Juana la Loca.
que va a resucitar, este imbécil necesita una junta de psicólogos urgente. O más bien una de psiquiatras y una temporadita en López Ibor.
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