¿Volverá a emprenderla a patadas contra la justicia?
El asesino Txapote vuelve hoy a enfrentarse a los jueces. Esta vez le toca responder por el asesinato del concejal popular de San Sebastián, Gregorio Ordóñez.La hiena etarra ya ha sido condenado a:
-82 años de prisión por el asesinato del socialista Fernando Múgica;
-50 años por el del concejal del PP Miguel Angel Blanco;
-29 años por el del sargento Alfonso Morcillo
-18 años por el atentado contra una discoteca de Deba (Guipúzcoa).
Esperamos que no se le ocurra ponerse a dieta de marmitako y jamón serrano, no vaya a ser que la fiscalía decida rebajarle la condena a 4 días.
Gregorio Ordóñez fue el político con más respaldo electoral que se enfrentó al nazionalismo vasco. La gente le quería y le consideraba un símbolo, por eso lo asesinaron cobardemente. De un tiro en la nuca.Y mientras el asesino Txapote es juzgado, ETA critica en su último Zutabe al PNV por oponerse al terrorismo callejero o hacen llamamientos a la colaboración ciudadana contra ETA.
Y mientras el PNV comienza a temblar ante las amenazas de ETA y le echa la culpa al PP por ello, le repetimos al impresentable que ocupa las dependencias de la Moncloa, una y otra vez -como decía Gregorio Ordóñez- que con ETA sólo se negocia el color de los barrotes de sus celdas.
MEMORIA-DIGNIDAD-JUSTICIA
posted by zetapolleces @ 10:55 a. m.
5 comments
5 Comments:
Montará su numerito, como es habitual... Sólo espero, como dijo Mari Mar Blanco, que se pudra en la cárcel. Por el bien de la sociedad.
Repito lo dicho por maya: que se pudra y se muera en la cárcel. Un terrorista como Txapote no merece ni vivir, pero sí el sufrimiento. El mismo -o incluso más- que causó a las familias de toda la gente a la que mató.
menudo pájaro. Si este país tuviera verguenza le obligarían a cummplir integramente la pena.
el chapote del diablo tiene que pudrirse en la carcel el y 20 millones de generaciones de los gusanos que lo coman.
que putada, cada vez que veo una foto de una victima de ETA se me revuelve la sangre.
Que dignidad mostró ayer su viuda. Qué orgulloso estaría Gregorio Ordóñez de ella.
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