La España de los horrores de Rosa Regas
Eso es lo que anda pregonando la señora bibliotecaria por el mundo. Claro que no se refiere a los pactos ETA-Zapatero para rendir a España a una banda de asesinos cobardes.
Tampoco se refiere a las intolerables manipulaciones y violaciones a las leyes de libre mercado y de la Unión Europea que perpetra una y otra vez zETAp para conceder privilegios a 4 oligarcas plutócratas a cambio de vaya uno a saber qué favor.
Tampoco se refiere a las insoportables pepiñadas contra el único partido de la oposición, que representa a la mitad del pueblo español, pidiendo su ilegalización, cuando no insinúan su fusilamiento...
No, para Rosa Regas en España impera «el odio», y los hombres ven a las mujeres «sólo como madres, esposas, prostitutas, sirvientas o hijas, no como iguales».
Nos cuenta la señora que en Madrid la «escupen por la calle» y que la pobrecita ha «sufrido» toda su vida a la extrema derecha. Se queja amargamente de Madrid, ese reducto neofascista por antonomasia, donde va por la calle y la escupen, la insultan y le gritan roja. Hasta ha abido taxistas con mucha mala leche que la reconocieron y la «hicieron bajar del taxi»...
La infeliz tiembla de sólo pensar que el PP pueda ganar las elecciones, no quiere ni imaginarlo. Y así se quejaba hace unos días en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, mientras participaba en un ciclo de conferencias titulado «Un mundo nuevo es posible»:
«Somos el único de Europa que no tiene un partido de extrema derecha, porque la extrema derecha y la derecha están en el Partido Popular (...) España tiene franquistas que han salido del armario y ahora no les da vergüenza decir que son franquistas (...) La oposición no está teniendo una actitud democrática».
Hala chica... ¡cuánta fantasía! Deberías plasmarla en un libro....De tanto repetir mentiras, algunos hasta terminan creyéndoselas...
Etiquetas: rosa regas
1 Comments:
No creo que Rosa Regás haya sufrido un apaleamiento o una paliza como han sufrido los jóvenes de NNGG del PP, durante la guerra de Iraq ni que le hayan quemado su casa con cócteles molotov como le pasó a las sedes del PP durante el mismo conflicto.
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