La Razón crece con fuerza, en ABC-Vocento están de los nervios y PRISA se desmorona

Buenas noticias. Esto es lo que ha pasado en el mercado madrileño, el más influyente:

De nuevo, las cifras vuelven a ser sobresalientes también en el competitivo mercado madrileño, en el que LA RAZÓN prácticamente ha recortado todas sus distancias con «Abc» en lo que se refiere a la venta en kioscos, donde tan sólo les separan 90 ejemplares. El crecimiento de LA RAZÓN en Madrid es casi proporcional al descenso del diario de Vocento. Mientras LA RAZÓN incrementó sus ventas en kioscos de la capital un 16 por ciento, «Abc» perdió un 14. En términos absolutos esto se traduce en 8.625 ejemplares más a favor de LA RAZÓN y 10.330 menos para el veterano diario. También pierde, aunque menos -un 9 por ciento- «El País» (-11.163). Por su parte, el diario «El Mundo» también registra datos positivos, aunque su incremento es de un leve 3 por ciento (+2.197).

LA RAZÓN, con un incremento del 18%, fue el diario que más aumentó sus ventas en enero

Y atención también a esto:

Crisis en Vocento: el tándem Bergareche-Viguri, en línea de salida. La pérdida de influencia del ABC y el fracaso de Punto Radio han terminado por quebrar unas relaciones históricas entre las dos familias vascas

Deloitte recorta los beneficios de Prisa en un 60,11%: el imperio Polanco se hunde. Parece ser que en Ca Polanco no están muy finos en contabilidad.

Por cierto, El Mundo debería pensarse dos veces algunas cosas, como esta reseña de la manifa de ayer:

Calle abajo, en el asfalto y entre las fuentes, te podías encontrar a público de mediana edad, tirando a avanzada. Quizá por eso destacaba un grupo de jóvenes de la Falange con sus banderas desplegadas. Allí se gritaba contra el Gobierno. «Cobarde y ruin», decía una señora muy elegante. Alguien más atrevido espetó: «¡Socialistas, traidores!». Había más inquina contra Zapatero que contra Otegi.

Luego Alcaraz renunció al discurso y sonó el himno nacional. A mi lado un señor levantó el brazo, pero sus amigos le hicieron bajarlo para que no saliera en la foto.

¡Qué esfuerzos hay que hacer algunas veces para que no se note demasiado desprecio!