En el nombre del Aita, del Seme y del Gogo Deuna

Amén.

Así podría empezar una misa satanista abertzale este cura filoetarra, que reconoce haber votado siempre a Batasuna y que dice en su último artículo publicado en Gara, que en las últimas elecciones se sintió "ilegal".

"Ilegales, pero vivos", dice el cura Jesús Lezaun, quien se autodefine como un "pacifista radical" y pacifista "hasta las cachas". Condena la guerra civil, la guerra de Irak, los GAL y pide que se ilegalice al Partido Popular. De ETA, ni mu.





Obviamente, este curita se despacha en contra de Monseñor Rouco Varela, Cañizares y de toda la Conferencia Episcopal y sus documentos en los que se habla de la unidad de España, a la que califica de "supremo mal moral" y que "no es un dogma de Fe, sino una rapiña".

Según él, "sólo Batasuna trabaja por la paz".

Este cura euskonazi se pregunta si el gobierno será capaz de llamar a elecciones con tanta "gente" (eufemismo para designar a los asesinos) en la carcel y tanta gente "ilegalizada". Dice que zETAp intentará todo, "hasta la cuadratura del círculo, menos hacer lo que debe, normalizar la situación política". Para inmediatamente decir que "a quien debía ilegalizar es al PP, por franquista confeso y por obstaculizar a tope un proceso de paz".

Sólo una verdad dice este euskonazi clerical entre la tonelada de excrementos que escribió: "La sonrisa de Zapatero no resuelve nada". Más bien, debería haber dicho que su sonrisa talantera todo lo complica.


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