Paris tras las rejas

No te confundas, querido lector. No nos hemos reciclado en Salsa Rosa ni sufrimos del sindrome de Karmele.

Simplemente hemos visto que a la vulgar mega millonaria Paris Hilton no la salvaron los millones de papá, y sus huesos han terminado dando contra la fría celda de una prisión californiana por haber violado una pena impuesta por conducir beoda. Tan vulgar es Paris, que ni todo el oro del mundo conseguiría transformar a esta niñata en dipsómana. Borracha perdida, vamos.

Paris tendrá que pasar 23 días tras las rejas, y ha realizado las siguientes declaraciones al ingresar en prisión: "Éste es un momento importante en mi vida y necesito responsabilizarme de mis acciones. En el futuro, tengo previsto asumir un papel mas activo en las decisiones que tome (...) Aunque estoy asustada, estoy lista para empezar mi sentencia".

La Hilton pasará estos días a la sombra en el sector VIP, lejos de las presas comunes.

Hasta aquí, nada destacable. Una niñata caprichosa tras las rejas, para deleite de millones que la odian por pasear en coches caros, vestir ropa de marca y ser el summun de la frivolidad más hueca.

Pero sí hay algo destacable: En Estados Unidos, ni toda la pasta de papá te salva de cumplir la ley o afrontar las consecuencias de tus actos.

Mientras tanto, por los reinos de taifas ibéricos, se puede ser chorizo o asesino, que no pasa nada. Nadie se responsabiliza de sus acciones. Empezando por el jefe del estado...

Así, siguen paseando -sin pulsera ni tobillera- los Albertos, y -para no ser menos- se unirá al clan de estos particulares peripatéticos el asesino Ignacio de Juana Chaos.

Evidentemente, Spain is different...