Gudaris en misión de paz

Si, porque estamos en la España zapatera, y en ella, los asesinos no estaban preparando una bomba para atentar en el centro de Madrid: eran hombres de paz que estaban planeando una acción pacífica contra cientos de ciudadanos inocentes e indefensos que trabajan o pasan por la zona de Azca, en Madrid.

Los detenidos Portu y Sarasola fueron los que pusieron las bombas en la T4, que terminaron con las vidas de Carlos Alberto Palate y Diego Estacio el 30 de diciembre de 2006.

Tenían pensado llevar a cabo su nueva misión de paz antes de finalizar enero. La Guardia Civil se las arruinó.

Pero eso es un detalle sin importancia. Lo importante es que el gudari Igor Portu sufre contusiones, una costilla rota y neumotórax. Si se resistió a la detención poniéndose como una furia contra los guardia civiles, estaba en su derecho a la resistencia contra las fuerzas opresoras del invasor. ¡Faltaba más, hombre!

La conducta de los guardia civiles -cumpliendo órdenes y haciendo cumplir la ley- es gravísima para el vocero batasuno Karmelo Landa. Y para el mundo filoetarra, constituye un caso de tortura, denunciado en Gara, en La Haine, y la "imparcial" Amnistía Internacional se escandaliza por supuestas violaciones a los derechos humanos de los asesinos.

Eso sí, que quede bien claro, sobre todo a los maketos y españolistas: Diego y Carlos, Raúl Centeno y Fernando Trapero NO TIENEN DERECHOS HUMANOS. En el país de zETAp, donde "todos tienen derecho a tener derechos", parece que algunos tienen menos derecho.