Un triste "accidente"
Este mediodía nos enterábamos del desgraciado "accidente" en el Metro de Valencia, que le costó la vida a más de 40 personas.
Escenas de desesperación, estupor, dolor, desconcierto, volvieron a repetirse nuevamente. Como aquel fatídico 11 de marzo de 2004.
El subdelegado del gobierno en la Comunidad Valenciana, Luis Felipe Martínez, se apresuró a descartar que se trate de un atentado terrorista, aún antes de que se hubieran evacuado a todos los cuerpos sin vida, y que se realizaran las pericias pertinentes. Según sus palabras, el exceso de velocidad al tomar una curva, unido al reventón de una rueda, fueron los causantes.
Sin embargo, el Metro lleva funcionando más de 20 años pasando decenas de veces al día por
esa misma curva, sin que jamás se hubiera producido el menor incidente. De hecho, el consejero de Transportes de la Generalidad ha desmontado la teoría del subdelegado del gobierno.
Sin querer volvernos mal pensados, no podemos soslayar algunos hechos que coinciden alrededor de este "accidente".
1) La visita del Papa a Valencia en 5 días, teniendo en cuenta la ríspida relación que este gobierno ha desarrollado con la Santa Sede y con la Iglesia Católica en España.
2) el inminente "inicio" del diálogo con ETA, que ahora acaba de ser "postergado" a causa del "accidente".
3) el neolenguaje talantero de Rodríguez Zapatero, en el cual atentado terrorista se asimila a "accidente".
4) el "apresuramiento" del subdelegado de gobierno en declarar que fue un "accidente".
5) las declaraciones de la Generalidad Valenciana diciendo que el convoy estaba en perfectas condiciones y que es improbable que descarrilara a causa de la "alta velocidad".
6) El precipitado regreso de Rodríguez de su viaje "de paz" a la India. Habiendo sido incapaz de salir de la Ópera para acercarse a confortar a los familiares de las víctimas del incendio de Guadalajara, cuando lo tenía a un tiro de piedra, resulta cuanto menos sospechoso que interrumpa un viaje institucional al otro lado del mundo por un "simple accidente".
Esperamos equivocarnos, pero algo nos huele a podrido...
4 Comments:
Ni con 41 muertos sobre la mesa nos dejamos de conspiraciones...
¡Qué vergüenza!
A ver si nos enteramos:
1. El 14 de marzo de 2004 el PSOE ganó las elecciones, por que así lo quisieron la mayoría de los votantes.
2. La gente de este país no es tan idiota como los idiotas suelen pensar.
3. Sinceramente, ya empieza a oler mucho que todo sea una conspiración; ya puestos:
El escándalo del dopaje en el ciclismo: ¿no será una conspiración para que Zapatero pueda hacer ganar a un español que no fuera candidato en principio?
La eliminación del mundial: ¿No será una conspiración para que guardemos las banderas de España? ¿Habrá dopado Zapatero a Zidanne con lo que les ha sobrado a los ciclistas?
Y así podéis estar hasta el día del juicio.....
¡Por Dios parar ya, que estáis haciendo el ridículo!
¿Cómo es que no podéis daros cuenta?
si tu eres centrista, yo soy Bill Gates, chato.
Aquí, y hasta que haya una investigación seria, tenemos todo el derecho de dudar. Sobre todo de un gobierno que pacta con los terroristas.
Si hacemos el ridículo, pues aprovecha a divertirte.
Yo en tu lugar, estaría preocupándome. Porque quedar en manos de los terroristas es lo que tiene, que ayer volaron 4 trenes, hoy hay un "accidente" en el metro, y mañana puedes ser tú quien vuele por los aires.
Debemos ser bastante los gilipollas, ya que yo he dicho algo parecido.
Ni con 41 muertos, ni con 192 del 11-M, ni con 28 del GAL nos olvidamos que ganaron unas eleccciones.
Por eso mismo lo decimos.
si y lo de las torres gemelas fue cosa de Aznar , Bush y otros ...venga ya no mezclemos churras con merinas que una cosa es lo de Valencia muy triste y otra cosa es hacer política barriobajera con eso, por dios, cómo se puede ser tan retorcido con esa pobre gente!. Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa y el terrorismo tiene su cabida en opiniones respetables y contrastadas no en artículos como ese donde se ve que pasados más de dos años todavía hay quien no digiere nada y , no quiero pensar mal, preferiría cualquier catástrofe para echar la culpa a todo el que no piense como él. Viva la democracia! hala adios majos
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