Hacia el totalitarismo: las detenciones políticas

Después de haber asistido al bochornoso espectáculo de 2 militantes del PP detenidos por su"actitud vociferante", en lo que constituye la primera detención política desde 1977, y que culminó con la condena a los policías que manipularon y falsearon los atestados, vemos que el gobierno no para de descalificar la sentencia del tribunal, que dice que no existió tal agresión. Y para ello, son capaces de proclamarse "testigos oculares" de los hechos...

No contentos con ello, ahora bucean en las procelosas aguas de la memoria de una supuesta asistente al acto que luego de un año y medio de silencio, ahora viene a acordarse que asistió y que ella solita "salvó" al minijjjtro de los salvajes y rabiosos peperos. Esto es -cuanto menos- curioso. Tener 14 guardaespaldas para que una "insignificante" mujer sea quien lo salve es bastante extraño (entiéndase insignificante por comparar a una señora contra 14 tíos fornidos, profesionales de la seguridad). Y nos mueve a reflexión: tal vez habría que contratarla a ella, y despedir a los tiarrones. Ya se sabe, las mujeres españolas suelen ser bravas. Y nos ahorraríamos 13 sueldos...

Pero esto no se queda ahí. Ahora tenemos a los socios del gobierno, los PRISA boys, dedicados en cuerpo y alma a descubrir nuevos testigos dispuestos a denunciar a los dos militantes del PP por agresión. Contra lo ya dictaminado por los jueces. Y sin haberse presentado antes como testigos de esa supuesta agresión. Con lo cual, podemos dar por sentado que el Gobierno no se dará por vencido en esta batalla de su yihad particular contra el PP.

Pero la cosa no termina aquí. Porque parece que los militantes del PP no son los únicos detenidos políticos. Desde la izquierda más rancia nos llegan nuevas denuncias. Parece que están echando demonios por la boca porque dicen en su partido que los dos hermanitos desgreñados de IU fueron víctimas de una detención política en Móstoles.

Los chavales -que parecen escapados de una peli de terror- se quejan de haber sido maltratados física y psicológicamente. ¿Habrá pasado tanto miedo la chavala como para mearse encima varias veces durante su detención?

El portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, ha defendido "la libertad de expresión" si finalmente se demostrara que "el asunto se remite al hecho de portar una bandera". También recordó que las fuerzas del orden "no pueden actuar bajo criterios políticos o simplemente por gusto". Todo un ejemplo de defensa de la libertad, hasta la libertad de los adversarios políticos.

Lástima que no podamos decir lo mismo del inefable Gasparín Llamazares y su partido, que ahora anda exigiendo al PP una "denuncia clara". El muy ruin votó en contra de que el Parlamento investigara la supuesta agresión a Bono.

Otra muestra más de la vileza de la izquierda española. (y de la cobardía de la meona).