Y la bestia volvió a bramar

Como si se tratase del incansable conejito de Duracell, el gorila rojo del Orinoco sale -una vez más- a decir que el Rey Juan Carlos debería disculparse con él.

En una práctica muy común en toda Hispanoamérica, la bestia intenta soliviantar a las masas venezolanas contra el chivo expiatorio de turno.

"Al Rey se le fueron los tapones y lo menos que debería hacer es ofrecer excusas y decirle al mundo la verdad", dijo Chávez ayer, después de acusarle de estar al tanto del -lamentablemente- fallido golpe de estado de 2002.

En su megalomanía caciquil tercermundista, llegó a lanzar veladas amenazas a Chile y El Salvador por sus "absurdas" manifestaciones de solidaridad con el Rey, que podrían dañar las relaciones internacionales. Y que todo es parte de una campaña "a nivel mundial" para hacerlo pasar por el agresor "cuando yo no le dije nada" (al Rey).

Y siguió bramando el primate al decir que los españoles callaron a los indios hace 500 años «cuando les cortaron la garganta, sólo así los callaron, los descuartizaron, los picaron en pedazos y colocaron sus cabezas en estacas a la entrada de los pueblos. Ése fue el imperio español aquí». Si eso fuera verdad y no una chocarrería en boca de un patético bufón borracho de sí mismo, hoy Venezuela sería un país libre, y no una republiqueta de pacotilla en manos de un delirante.

Pero no queda ahí la cosa. El antropoide volvió a arremeter contra Aznar. Dijo que estaba "sorprendido" de que zETAp hubiera salido en defensa de Aznar, porque es como si Angela Merkel saliera en defensa de Adolfo Hitler...

¿A qué está esperando este gobierno para retirar al embajador, cancelar todos los contratos de venta de armamento y suspender todas las ayudas económicas para Venezuela?

ACTUALIZACIÓN

El héroe de Llamazares, Fidel Castro, ha salido a la palestra preocupado porque algún "asesino a sueldo, oligarca envilecido o perturbado mental" acaben con la vida de Chávez. A ver si se cumplen sus temores...