Reflexiones colombianas (y 6). Final.
Termino con este una "serie ocasional" con reflexiones sobre mi viaje a Colombia:
El martes tenía que llevar la voz cantante, casi única, del curso. Desde la ocho, hora en que empezaba el curso hasta la una. Acabé cansado, pero el auditorio muy contento. Al menos eso me dijeron.
Fuimos a comer a un sitio muy especial, El viejo Cali. Está en un cerro, al lado del zoológico de Cali, donde acaba la ciudad. Se trata de una antigua hacienda que ha sido conservada. Encantadora. Nos enseñaron la carta pero pedimos lo que nos sugirieron. Sancocho casi todos. Se trata de una sopa con vegetales que se acompaña con arroz hervido y gallina igualmente hervida. Yo pedí tamal, carne (de gallina y cerdo en este caso) en una masa de harina de maíz. Todo ellos rodeado metido en una hoja de plátano (creo). Delicioso aunque un poco pesado para quien hace vida sedentaria.
De entrada nos habían puesto una lámina de plátano verde frito con cortezas de cerdo y dos salsas. Una era, digamos, una especie de pisto, la otra un picadillo de cilantro y cebolla. Los postres fueron frutas tropicales en almíbar. Higos, moras, coco, dulce de leche (llamado arequipe), queso… Y café.
El servicio estaba compuesto por maitre y camarera todo negros (el maitre podría ser negro, las camareras eran mulatas, incluso cuarteronas). Además llevaban un vestido que dejaba os hombros al aire, de época. Nos hicimos una foto con ellos. Encantador el restaurante. Nos costó solo 45,000 pesos por persona (menos de 20 euros).
Nos avisaron que estaban las maletas en el aeropuerto de Cali. Pena, yo que quería seguir comprando a cuenta de Iberia… Nos llevo al aeropuerto un conductor de la policía, también bastante negro, en una furgoneta un poco vieja y ruidosa. Sin problemas. Le pregunte de dónde era. Palmira, una ciudad al lado de Cali. Y cuántos hijos tenía. Cuatro, entre 17 y seis años. Le pregunte si eran buenos estudiantes. Dijo que si. Y si eran buenos cristianos. Me respondió con una sonrisa de incredulidad por la improcedencia de la pregunta pero sin mostrarse incomodado. Ahora que lo pienso, en estos sitios, cristiano se utiliza especialmente para las sectas protestantes.
Durante el viaje pude ver, por ser de día, el trayecto que habíamos hecho antes de noche. Estaba bastante soleado, y se veían unos bonitos campos de caña (dos cosechas al año). También una ganadería de vacuno y de búfalos. El conductor me fue explicando lo que veíamos. Le di al final 40,000 euros, “para que los gaste en sus hijos”.
Recogimos las maletas y volvimos.
La siguiente experiencia remarcable fue la de la última noche, el jueves, cuando fuimos a una discoteca de la zona de Menga, más selecta que la de Juanchito. Llegamos sobre las 10:30 y nos decidimos por entrar en la disco mas animada, Jala-Jala. Había una fiesta universitaria. Estuvimos un buen rato a la entrada, viendo pasar el personal, chicos y chicas de alrededor de los 20 años. En dos palabras, im-presionante lo que se veía. Creo que no exagero si digo que la mitad de las chicas tenían operados los pechos. Y por supuesto lo lucían.
Gran ambiente dentro, reggeton en vivo. Una botella del mejor ron colombiano, el Ron Viejo de Caldas, con coca cola y hielo, 80,000 pesos (35 euros).
Esta es la serie completa:
Reflexiones colombianas (1). El crimen que desató al Guerra Civil.
Reflexiones colombianas (2). Santiago de Cali, y cierra América.
Reflexiones colombianas (3). ¡Cuántos niños, qué envidia!
Reflexiones colombianas (4). La cuestión racial
Reflexiones colombianas (5). Símbolos nacionales
1 Comments:
Hola me encanta tu pagina en especial tus aventuras en Colombia adoro ese país.chao
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