Y las aguas vuelven a su cauce
Las cosas en el PP están encaminadas, y van bien.
La prueba más cabal es que en 24 horas, Mariano Rajoy se ha despachado con dos golpes certeros que han dejado sin aire y tendido en la lona al PSOE.
El primero: la designación de Manuel Pizarro como número dos en la lista de diputados de Madrid. El fervor despertado entre los votantes del PP ha sido notable, y mucho más notable aún ha sido la rabia en el PSOE y todas las publicaciones de izquierda.
El segundo: haberse deshecho del niñato Gallardón, y haber puesto a rabiar nuevamente a todo el progrerío. Se han rasgado tanto las vestiduras en El País, el el Público y en el Plural (vaya obsesión con la letra p) por la no inclusión de Gallardón en las listas del PP, que nuevamente me confirman que era "su" candidato.
Al que tenga estómago y sentido del humor, le recomiendo el editorial de El País y el artículo de Ernesto Ekaizer (de tanta "proyección" creo que ya tendrían mareados a todos los psicólogos). No se si mandarles Alka Seltzer o una caja de Kleenex. O ambas cosas. Qué desolación sienten. Están casi tan tristes como el alcalde "reflexivo" que ni afirma ni desmiente (sólo gimotea).
A Mariano Rajoy le digo: "ladran, Mariano". Señal que cabalgamos.

De nuevo, ¡Enhorabuena!
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