Hace unas semanas
Anghara comentaba en su blog acerca de las subvenciones que la ciudad de Madrid había concedido a un proyecto denominado Pornolab.
Albertito Ruiz Gallardón, el inefable alcalde que ha convertido la ciudad de Madrid en un zanjódromo, parece que no se da por aludido y mira para otro lado. Claro, con el dinero de los sufridos contribuyentes es muy fácil ser generoso...
La cuestión es que el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de las Artes, a cargo de la concejala Alicia Moreno, ha decidido "regalar" 180.000 euros (30 milloncejos de pesetas) de los sufridos contribuyentes madrileños, con el objeto de "subvencionar" (moderna palabra que designa a la discrecionalidad con que se beneficia a ciertos sectores de la sociedad con el dinero de todos), una serie de "proyectos" de lo más variopintos.
Entre ellos destaca, con la nada desdeñable cantidad de 8.000 euros, el proyecto de la "Asociación Cultural Maelström", promotora del Pornolab.
El Pornolab es una actividad que se desarrolló a fines de junio, con una duración de 2 fines de semana, y que consistió en diversos talleres:
- “Guiones guarrones para principiantes”
- “Porno étnico contra la globalización”
- “Campaña de legalización de los tríos”
- “Borbones a borbotones”
- “Cera, cuchillas y otros placeres dolorosos”
- “Somos tías y vamos a rodar un porno”
- “Taller de orgías”
- “Robótica erótica”
- “Método de notación erótica y aeróbic sexual”
- “Taller de garganta profunda para chicos y chicas”
Para participar había que estar inscripto, pero no era suficiente, había que ser "elegido" por los monitores de cada taller, pero debemos "romper una lanza en su favor": por lo menos no se discriminó a los heterosexuales...
Los objetivos del Pornolab eran -según ellos mismos- “cuestionar la validez de la pornografía mainstream, replanteando la posibilidad de que otros sujetos construyan ellos mismos, o ellas mismas más bien, su propia pornografía al margen de la industria, sus intereses y sus miopías”.
La culpa de que necesitemos pornolabs parece que la tiene la globalización, según estos señores, ya que -según dicen- "El capitalismo ha homogeneizado y convertido en puré de dinero, no solo lo que comemos, vemos, leemos y vestimos, sino que vía Private y demás ha acabado por hacer iguales hasta los polvos que echamos o soñamos con echar. “Basta ya” de globalización del porno. Veremos qué podemos encontrar en algunas culturas periféricas que siguen resistiendo y jodiendo heroicamente al capital. A la revolución por el hecho diferencial pornográfico".
Y como todo taller que se precie, no iba todo a ser teoría, también se pasó a la acción (aunque exigieron a los participantes que no filmaran ni sacaran fotos). Entre las prácticas destacaron::
- talleres de porno étnico, con "bávaros en cueros" (con sombrerito de pluma y bigote incluido) y "japonesas peleonas"
- depilaciones de pubis
- montaje de orgías "responsables" con diploma incluido de haber realizado el taller con aprovechamiento: “Si organizar el tráfico rodado es complicado y requiere todo un código de circulación, sabe dios que montar una orgía de modo responsable puede ser no menos complicado"
- taller de bondage o nudos, con un experto alpinista, con ataduras, nudos, cuerdas y velas incluidas.
- filmación de cortos porno
- Penegramas: definido como un método de notación erótica que a modo de los pentagramas musicales establece claves de ritmo, tempo e instrumentacion, una especie de "musicología" de la cópula
- pornotopías: consistía en elegir el sueño sexual favorito y plasmarlo
- taller de "doble click": “ancestral técnica de relajación de garganta y amígdalas”, práctica “hasta ahora muy restringida al mundo gay” y que Pornolab recomienda entusiastamente a todos los “heteros” que quieran cruzar a la acera de enfrente por la vía del sexo oral.
- un corto especial, dedicado a los Borbones, en busca de recuperar la "pornosátira republicana en el 75º aniversario de la III República" (sic)
- Trinomios, que consiste en una campaña de legalización de tríos: : “Si los matrimonios gays y lésbicos ya se han legalizado y ahora nos parece todo de lo más normal, ya es hora de que se legalicen los tríos”.
El taller de "robótica erótica" fue cancelado a último momento por motivos desconocidos (¿desperfectos técnicos con los vibradores tal vez?).
Y así, una vez calentitos con 2 fines de semana de entrenamiento, salieron todos a la marcha del Orgullo Gay, montados "en un coche salchicha" guiado por la "pornostar del porno anticaspa", Annie Sprinkle.
Honestamente no se entiende a que juega Ruiz Gallardón. Frente a su partido, el PP, que ha presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de matrimonios homosexuales, y mucho menos aún, frente a los madrileños que pagan impuestos para que luego su alcalde se dedique a fomentar este tipo de actividades. Con los dineros de todos los madrileños.
No entendemos qué es lo que persigue el alcalde con estas actividades, tal vez que el progrerío le vote. Pero me temo que no alcance con el porno. A lo mejor tiene más suerte si además regala droga y grita -como Tierno Galván- "¡a colocarse todos!".
¿Y la moraleja de todo este asunto cuál es? Está resumida en un comentario dejado en la página web de Pornolab: “Fijo que pilláis subvención con esto”. Pues hala!, a organizar orgías, que el majete del alcalde de Madrid las financia. Con el dinero de todos, claro.