¿Quo vadis, PP? La alegría de la izquierda
Con profunda pena me entero de que Eduardo Zaplana, el azote de los progres durante la última legislatura, uno de los hombres más fieles y más combativos del PP, renuncia a su banca de diputado para aceptar una oferta laboral en Telefónica. (Ver vídeo)
Independientemente de la alegría que siento en lo personal por él -porque es una excelente oferta y porque merece descansar después de tantas y tan arduas batallas-, no puedo evitar un regusto amargo. No era así como tenía que irse Eduardo Zaplana. Harto, probablemente desmotivado.
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Evidentemente, la izquierda está de parabienes. Están logrando lo que siempre soñaron: un Partido Popular dócil, que no haga ruido, dispuesto a pactar lo-que-sea con tal de recibir su ración de "nutrientes básicos" para seguir en la poltrona: la presidencia de alguna comisión, ¿la vista gorda en algún ayuntamiento?, y poco más.Una buena noticia: prosigue la "desaznarización" del PP
Que Eduardo Zaplana deje su escaño en el Congreso de los Diputados y cualquier otro tipo de actividad política es una buena noticia para el Partido Popular y para la democracia española. Que haya sido contratado por Telefónica –sin duda con un sueldazo- es una estupenda noticia para él. Así que todos tan contentos; ya podemos ir haciendo las maletas para el Puente de Mayo.
Bravo, Mariano. Estás logrando que el sueño de la izquierda -la destrucción del PP- se convierta en una realidad.
El análisis de El Imparcial: Las claves del abandono de Zaplana
Etiquetas: destruccion, PP, Rajoy, renuncia, zaplana